
¿Por qué es bueno consumir ajo?
Otro ingrediente indispensable en la preparación de nuestros deliciosos mojos, es el ajo, un alimento altamente recomendable para que nuestra dieta diaria sea sana y equilibrada.
Consumir ajo de forma habitual puede ayudar a nuestro cuerpo a paliar algunos problemas de salud y a mantenerse sano y enérgico. No en vano, este alimento ha sido uno de los remedios naturales más utilizados a lo largo de la historia. ¿Sabías que, durante la Segunda Guerra Mundial, debido a la escasez de medicinas, se utilizaban mucho los ajos? Sus propiedades antibióticas resultaban, y siguen siendo hoy en día, muy útiles para reforzar el sistema inmunitario, curar infecciones leves, favorecer la cicatrización de las heridas y paliar los síntomas de las gripes y los resfriados.
Al ser muy rico en vitaminas A, B y C, favorece la circulación sanguínea de nuestro organismo, ejerciendo un efecto anticoagulante y reduciendo los niveles altos de presión arterial. Además, es un desintoxicante natural, favoreciendo la función hepática de nuestro cuerpo, ayudando a eliminar toxinas, parásitos y otros compuestos, como los restos de los medicamentos, que a nuestro hígado le cuesta expulsar.
El ajo, al llegar a nuestro estómago, estimula la generación de los ácidos gástricos, favoreciendo la digestión de los alimentos y la absorción de nutrientes. También contiene alicina, una sustancia terapeútica ideal para cuidar nuestro sistema cardiovascular. Así, incluir un diente de ajo en nuestra dieta diaria, puede ayudarnos a reducir el nivel de colesterol en hasta un 9%, siendo recomendado su consumo habitual por parte de la Fundación Española del Corazón (FEC).
A la hora de consumir ajo, lo ideal es hacerlo después de haberlo triturado o machacado, ya que es entonces cuando libera las sustancias de las que hemos venido hablando. De hecho, utilizar el ajo de esta forma a la hora de cocinar, no hace que pierda sus propiedades, al contrario, favorece que sus cualidades anticoagulantes y beneficiosas para la reducción del colesterol, liberando uno de sus principios activos más importantes: la alicina.
¿Y tú? ¿Consumes ajo regularmente?
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